Foto: espndeportes.com y as.com
Personalidad y fútbol.
Con estos dos ingredientes, la selección brasileña de fútbol fue capaz de voltear un difícil resultado en contra, ante la selección de Estados Unidos, que se clasificó a la final luego de eliminar al favorito: España.
La selección norteamericana jugó un primer tiempo muy bueno, perfecto en la defensa y de igual manera en el gontragolpe. Como si fueran italianos, realizaron un "catenaccio" excelente, sin un "líbero" neto, aunque la rotación hacía que siempre uno de los "blancos" esté parado al medio frenando el toque brasileño -algo así como cuando el Chelsea inglés frenó al Barcelona español-.
Brasil intentó por todos los medios. Implementó dinámica en su juego, pero los estadounidenses también son muy buenos atletas. Ese compromiso de ser un equipo con mucha convicción y responsabilidades en la marca, no permitió a la "verdeamarela" anotar si quiera un gol en el arco de Howard. Sólo unas cuantas llegadas brasileñas inquietaron el arco contrario, pero no fueron llegadas claras, fueron solo eso: llegadas.
Estados Unidos logró dos goles de "contra" para demostrarle a los italianos que sus delanteros estaban mejor capacitados para ello. Dos contras perfectamente sincronizadas, hicieron que Clint Dempsey -a los 9 minutos- y Landon Donovan -a los 26 minutos- con un golazo, que se aprovechó con la ausencia de los centrales brasileños que fueron a cabecear al arco rival tras un córner,;adelanteron a Estados Unidos por 2 a 0 ante un Brasil que no lo podía creer.
En el entretiempo había "cantado" un cambio en Brasil. El volante Ramirez no jugaba un buen partido y fue sustituido por Elano -volante mixto de mucha personalidad-. Pero hubo otro jugador que descepcionó mucho en un partido donde "las papas queman". El lateral izquierdo del "Scratch", André Santos, recibió un balón fuera del area, terminando el primer tiempo, sin marca alguna, única oportunidad de Brasil de sacar un centro con tranquilidad, y el jugador saco un centro como si su profesión no fuera la de futbolista. No se discute su técnica, pero sí su personalidad para un encuentro difícil como este.
Por ello ingresó Dani Alves por la banda izquierda (ya lo había hecho contra Sudáfrica) y aunque entró "frío", demostró tener personaldad para jugar una final complicada. El lateral del Barcelona español, no dirigió bien los disparos al arco que ejecutó, pero estuvo aplicado en la marca y no perdió la pelota en mitad de la cancha. Ambos cambios brasileños fueron a los 65 minutos de juego - probablemente no se hicieron al comenzar el segundo tiempo, porque de esta manera elentrenador estadounidense podría aplicar una estrategia de atacar siempre por el lado de Dani Alves, quien entraba frío al campo de juego.
En el segundo tiempo, Brasil salió más a jugar que a correr. Estados Unidos, por su lado, no siguió marcando tan bien -a pesar de seguir bien parados atrás- como en el primer tiempo, excepto entre los minutos 65 y 75 en los que apretaron más en la marca.
Por eso Brasil anotó su primer gol a tan solo un minuto de tiempo jugado de la segunda parte del partido. Su goleador, Luis Fabiano, anotó uno de los mejores goles de esta Copa. Paró la bola, de espaldas al arco, con una marca encima, y de media vuelta sacó un zurdazo cruzado que clavó la pelota en el arco, dejando sin chance al portero "gringo", Howard.
Brasil siguió intentando, pero le costó mucho. Robinho no demostró estar a la altura de una final. No tomaba buenas decisiones, y cuando debía encarar a su marcador, quien le cuidaba la linea de lejos, el brasileño al ver la dificultad de ir por la banda, decidía ir por el centro donde lo "asaltaba" una muchedumbre de estadounidenses, que lograban cerrar las jugadas del "Scratch".
Pero Brasil tiene a Kaká. El "Balón de Oro" de esta Copa Confederaciones, hizo lo que Robinho no pudo, a pesar de este último tener más velocidad en espacios cortos. Kaká encaró por la banda izquierda, con sabiduría porque por ahí era donde tenía que apretar Brasil (los costados), y sacó un centro que luego de un "casi gol" de Felipe Melo, Luis Fabiano volvió a anotar un gol, para poner el partido 2-2 con 20 minutos restantes por culminar.
Estados Unidos tuvo opciones de anotar de contragolpe, pero sólo Landon Donovan demostró tener personalidad para seguir jugando a un nivel alto ante un Brasil que se venía con todo. Comenzaban buenos contra ataques que algunos norteamericanos no tomaban ninguna decisión y dudaban - cosa que nunca hicieron en el primer tiempo - y no aprovecharon lo bueno que sabían hacer.
Esto permitió a Brasil tomar más confianza. Consiguieron un corner por el lado derecho, y Brasil sacó el centro directo -había hecho los últimos tiros de esquina por lo bajo, por el buen juego aéreo del rival-, y aparecio un patrón: Lucio, el capitán de la selección brasileña, anotó el gol triunfal, demostrando la clase de jugador que es, y demostrándoles también a la directiva del Bayern Munich que cometen un error muy grave al no querer renovarle contrato a este defensor, que tranquilamente se convierte en el mejor de la década, junto a Paolo Maldini.
Final: Brasil 3, Estados Unidos 2.
Un partido para no olvidar, y un Brasil que le demuestra a sus hinchas que sí tienen personalidad -virtud que no reconocían los fanáticos brasileños.
Kaká, Balón de Oro de la copa; Luis Fabiano Botín de Oro y Balón de Plata y Howard mejor arquero del torneo (tranquilamente pudo ser Julio César).
Alineaciones:
Brasil: Julio César; Maicon, Lucio, Luizao, André Santos (Dani Alves 65'); Gilberto Silva, Ramires (Elano 65'), Felipe Melo; Kaká, Robinho y Luis Fabiano.
EE.UU: Howard; Onyewu, Spector, Bocanegra, DeMerit; Dempsey, Feilhaber (Bolrstein 74'), Clark (Casey 87'), Donovan; Altidore (Kljestan 74') y Davies.
Goles del partido:
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